La lección


Tú lloras de noche,
yo lloro de día,
no se cruzan ni nuestras penas
ni tampoco nuestras alegrías.

Tú ahogas tus tristezas en 
la soledad del silencio nocturno,
yo ahogo mis dolencias en el griterío 
del resplandor diurno.

Algún sentido tendrá esta conexión 
tan carnal y tan espiritual.
Quizás yo tendré que marchar
de mi infernal morada
para volar y ser de mi dolor liberada.
Quizás tú deberás volver a tu lar 
de donde nunca quisiste emigrar.

Si ésta es la lección de esta extraña unión,
no todo ha sido en vano ni tiempo perdido,
algún sentido tendrá esta conexión.

M.L.

Comentarios

paolo politi ha dicho que…
Veramente molto profonda. Brava
Mercedes Lázaro ha dicho que…
Grazie Paolo, un piacere che ti sia piaciuta.

Entradas populares