VINO



A Vino

Vino es de buena uva, por eso me da paz y serenidad, porque la mía es de mala cosecha. Debió de caer una granizada nueve meses antes de nacer yo; de hecho vine a este mundo un jueves lluvioso, cosa habitual en el gris Bilbao por el que cada día siento menos apego, aquí nací pero aquí no moriré, por eso de momento los pensamientos suicidas no están presentes, porque no quiero ir a un cielo gris plomizo. Quiero que cuando exhale mi último respiro, mi alma vuele a un cielo límpido, claro, con mucho sol, y con toda la luz que me ha faltado en la tierra.
Vino es un espíritu animal mucho más racional que yo, él piensa, él me guía porque yo no veo la realidad como la tengo que ver, en cambio él desde su supuesto mundo irracional la ve tal y como es. Vino es instintivo, lógico por su condición de animal, cuando intuye un agente externo que le molesta reacciona pero sabe que se me dispara la ansiedad si tira de la correa, entonces se para, me mira con sus tristes ojos y mueve la cola para tranquilizarme. Vino me ha enseñado que no pasa nada por nimiedades. 
Corro por el arenoso descampado y él me sigue, nos entrelazamos con las hierbas y matorrales, nos perdemos y nos encontramos, nos tiramos por el suelo y jugamos. Volvemos llenos de polvo de una tierra casi desértica, volvemos cansados y felices, yo completa de satisfacción y cargada de adrenalina y él contento de haber disfrutado unas horas fuera de unas paredes que limitan sus necesidades más básicas.
Vino me entiende con la mirada, da igual el idioma en el que le hable, él intuye, es un ser elevado espiritualmente y con su intuición se emociona, llora, ríe, quiere.
TI VOGLIO TANTO BENE VINO.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Me gustaria pasear contigo , entre los viñedos , cogidos de la mano .

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