EL MUNDO DE LAS IDEAS

Dado que el Catolicismo se ha quedado solamente como una raíz en mi vida que se mantiene a través de tradiciones populares, como las fiestas de Navidad, ahora cercanas, he interiorizado de soslayo consejos filosóficos para tratar de explicarme qué es la existencia y qué sentido tiene.
Vivimos una sociedad tecnológicamente muy avanzada, que progresa a un ritmo muy acelerado, las relaciones interpersonales van a la misma velocidad, incluso con un solo "clic" podemos hacer desaparecer de nuestra vida para siempre a alguien que no nos da buena espina. Por este motivo la exploración ralentizada de las ideas, se ha convertido en un lujo, en un arte perdido, en desuso. Vivimos inmersos en un mundo de bustos parlantes en televisión, películas superficiales, libros inmediatos y vidas desechables. Estamos ante una cultura puramente sensacionalista y exhibicionista.
¿Qué es la vida y qué es la muerte? La vida podría ser definida como una serie de acontecimientos que se van produciendo dentro de un espacio y un tiempo determinados. La muerte, todos hemos experimentado la muerte de otros, incluso la de seres cercanos, pero no la nuestra propia. El hombre occidental tiende a desesperarse por cosas banales como un embotellamiento de tráfico, pero si éste se produjera justo delante de un cementerio, seguro que su preocupación por el tráfico disminuiría, porque le invadiría la sensación de estar feliz de sentirse vivo.
Platón, Pitágoras, Empédocles y otros griegos antiguos creían en la transmigración de las almas, la reencarnación, probablemente una idea tomada de Oriente. El hinduismo y algunas escuelas de budismo proponen la muerte del cuerpo pero no la del espíritu y tiene en cuenta un progreso espiritual.
Los tibetanos son los únicos que afirman tener un conocimiento empírico de la existencia continuada después de la muerte y enseñan técnicas para controlar el viaje desde la muerte hasta el nacimiento. Los tibetanos le enseñan el modo de elegir el vientre materno de su renacimiento.
La filosofía occidental es relativamente limitada en cuanto a sus ofertas sobre la muerte. Suele tender a dos extremos: una reiteración de la fe judeocristiana, que cree en la vida después de la muerte, o una negación escéptica de la existencia de otra vida. O sea, o todo, o nada. 
Si Usted es de los que han decidido vivir la vida con intensidad porque cree que después no hay nada, ésto le proporcionará la mejor posición para aceptar la muerte cuando llegue el momento, pero el proceso de la muerte le resultará más desalentador. Si ha vivido de un modo intenso y significativo comprenderá que su existencia no ha sido inútil, si ha vivido con dignidad, ha amado y ha sido amado, si ha disfrutado de cuanto la vida le tenía que ofrecer y ha sido, de algún modo, importante para alguien...es lo que todos esperamos en la vida...
Personalmente no me quedo satisfecha con la idea de que la muerte es la nada absoluta, aunque aún no haya experimentado demasiado como para poder decantarme por una idea fija.
Sin intención de hacer alarde de erudición, citaré unas frases de William Shakespeare para reflexionar:

Los cobardes mueren miles de veces antes de su muerte;
Los valientes experimentan la muerte una sola vez.
De todos los prodigios que hasta ahora he oído,
Es para mí el más extraño el del miedo de los hombres;
Al ver que la muerte, un final necesario,
Vendrá cuando tenga que venir-

Comentarios

vicens ha dicho que…
que hagis desaperagut voluntariament de l'escena, no té com a consequencia inmediata que els demés et borrin de la memoria, aixó no está al teu abast.

Els meus millors desitjos per l'esdevenir del nou any i una abraçada (amb dos petons)

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